Las telas acústicas permiten mejorar el confort acústico de los recintos ofreciendo soluciones acústicas en aislamiento y acondicionamiento acústico. Pueden utilizarse en multitud de recintos como teatros, viviendas particulares, restaurantes, comercios o estudios.

Además, las telas acústicas ofrecen numerosas ventajas. Algunas de ellas son:

  • Versatilidad: pueden utilizarse en todo tipo de actividades
  • Fáciles de instalar: su ligereza facilita su instalación, reduciendo tiempos y evitando en comercios que se tenga que parar la actividad.
  • Elemento de diseño: su variedad en colores y tamaños les dota de valor decorativo.
  • Compatibles con otras soluciones acústicas.
  • Más económicas que otras soluciones acústicas.
  • Pueden utilizarse como elementos de separación sin levantar tabiques.
  • Permiten cubrir ventanas, para orientar y controlar la iluminación del recinto.

¿QUÉ TEJIDO ACÚSTICO NECESITO?

SOLUCIONES ACÚSTICAS: AISLAMIENTO Y ACONDICIONAMIENTO ACÚSTICO

En general, podemos dividir los problemas generados por exceso de ruido en dos grandes grupos:

aislamiento acustico

Contra el ruido proveniente del exterior: aislamiento acústico.

Problemas por ruido proveniente del exterior: al recinto llega ruido proveniente de una fuente de ruido exterior al recinto -otro recinto, la calle, tráfico, etc.

acondicionamiento acustico

Contra el ruido generado en el interior: acondicionamiento acústico.

Problemas por ruido generado en el propio recinto: en su actividad normal, se genera reverberación en el interior del recinto, creándose una sensación de bullicio que dificulta mantener conversaciones -común en restaurantes, estudios, recintos minimalistas, etc.

En TEXTIL BATAVIA poseemos TEJIDOS ACÚSTICOS tanto para soluciones de aislamiento acústico como de acondicionamiento acústico. Todos nuestros productos han sido ensayados por laboratorios especializados para certificar su calidad acústica.

CASOS DE ESTUDIO

Nuestros ingenieros acústicos han asesorado a nuestros clientes en numerosos proyectos en el campo de la acústica. Aquí se detallan algunos de ellos, como muestra de las múltiples actuaciones que se pueden realizar con nuestros tejidos.

Problemática: Industria en la que la maquinaria produce altos niveles de ruido. Este problema acarrea dos consecuencias: por un lado, puede afectar gravemente la salud de los trabajadores -la e…

Saber más sobre aislamiento y acondicionamiento acústico

¿Qué tejido acústico necesito?

En TEXTIL BATAVIA disponemos de una amplia gama de tejidos acústicos que nos permiten adaptarnos a cualquier necesidad. Todos nuestros tejidos han sido ensayados según normas internacionales para conocer en detalle sus propiedades acústicas y así poder garantizar su rendimiento.
Para elegir qué tela se adapta mejor a tus necesidades, el primer paso es identificar cuáles son tus circunstancias.
Si al recinto o habitación donde quieres ubicar la tela presenta alguno de estos problemas:

– Ruido producido por el movimiento de los vecinos -niños corriendo, tacones, etc.
– Ruido del local ubicado en el bajo comercial del edificio -bares, pubs, cafeterías, etc.
– Ruido de la terraza de un bar.
– Ruido proveniente del tráfico.
– Ruido proveniente de la puerta mecánica de un garaje.
– Ruido proveniente del ascensor del edificio.
– Ruido de la televisión del vecino.

Entonces necesitas una tela indicada para aislamiento acústico. Para saber más sobre aislamiento acústico consulta nuestras preguntas frecuentes sobre aislamiento acústico.
En cambio, si al recinto o habitación donde quieres ubicar la tela se produce ruido al haber la mínima actividad, ya sea escuchar música, ver la televisión, tocar un instrumento musical o incluso mantener conversaciones, entonces necesitas una tela indicada para acondicionamiento acústico. Para saber más sobre acondicionamiento acústico consulta nuestras preguntas frecuentes sobre acondicionamiento acústico.
No obstante, si tienes dudas, no dudes en contactar con nosotros y cualquiera de nuestros ingenieros acústicos te orientarán sin ningún compromiso.

¿Qué significan los parámetros de acondicionamiento acústico del catálogo?

Tanto la gráfica de la izquierda como las tablas de la derecha aportan información del coeficiente de absorción de la cortina.

¿Qué es el coeficiente de absorción?

El coeficiente de absorción es un parámetro adimensional que tiene un valor comprendido entre 0 y 1 y nos indica el porcentaje de absorción sonora que posee un material. Así, un valor de 0,6 del coeficiente de absorción indica que, de manera global, dicho material absorbe el 60% de las ondas sonoras que chocan en su superficie.

¿Para qué sirve el coeficiente de absorción?

El coeficiente de absorción sirve para tener información sobre el grado de absorción de un material, y de este modo, diseñar soluciones para hacer frente a problemas de reverberación.

¿Qué es la reverberación?

Muy probablemente alguna vez habrás ido a algún bar o restaurante en el que el ruido generado por los propios comensales hablando te impedía mantener conversaciones de manera normal, llegando incluso a tener problemas para entender a tu interlocutor y obligándote a veces a tener que subir el tono de voz para hacerte oír.
Estos problemas suelen ser bastante habituales y no se limitan únicamente a recintos destinados a la hostelería, también pueden aparecer en todo tipo de recintos compuestos de superficies reflectantes -espejos, cristales, suelos y paredes pulimentadas, etc.- o con espacios abiertos en su interior -arquitectura minimalista-.
Estos recintos tienen problemas por un exceso de reverberación.

¿Por qué se genera reverberación en un recinto?

Todo sonido se compone por ondas sonoras. Cuando se emiten sonidos en el interior de un recinto, ya sea generado por los comensales de un bar u otras fuentes (altavoces, televisión, etc.), las ondas sonoras que componen dicho sonido se propagan a través de las partículas del aire por el interior del recinto.

Cuando las ondas sonoras propagadas encuentran una superficie, sucede un doble fenómeno: una fracción de las ondas sonoras es absorbida al interior de la pared y el resto es reflejada.

Dependiendo de en qué grado las paredes absorben las ondas sonoras podemos hablar de materiales absorbentes o reflectantes. Los materiales absorbentes son aquellos que absorben la mayoría de las ondas sonoras que chocan en su superficie. Los materiales reflectantes, en cambio, absorben poco las ondas sonoras. Si un recinto está compuesto por materiales reflectantes -cristales, espejos, superficies pulimentadas-, las ondas sonoras generadas en su interior se reflejarán en exceso, produciéndose reverberación: a la menor actividad en el interior del recinto, se generará una sensación de sonido amplificado, como el bullicio generado por los comensales de un bar.

¿Cómo se mide la reverberación de un recinto?

La reverberación de un recinto se mide a partir de su tiempo de reverberación: el tiempo que se mantiene un sonido en una sala desde que dicho sonido deja de emitirse. En otras palabras: el tiempo que transcurre desde que una fuente sonora deja de emitir y el sonido que genera deja de escucharse. Cuanto mayor sea el valor de este tiempo, mayor reverberación habrá en un recinto.

¿Qué relación existe entre el tiempo de reverberación de un recinto y el coeficiente de absorción?

Hay una relación directa entre la absorción de los materiales que componen un recinto y su tiempo de reverberación. Cuando hay muchos materiales absorbentes, el tiempo de reverberación es bajo. En cambio, sí lo que predomina son los materiales reflectantes, el tiempo de reverberación será alto, produciéndose bullicio al haber actividad.
Conocer la absorción de los materiales es, por tanto, el primer paso para poder controlar la reverberación de un recinto.

¿Cómo se obtiene el coeficiente de absorción de un material?

La única manera de obtener el coeficiente de absorción de un material es a partir de un ensayo. Los ensayos para obtener el coeficiente de absorción de cualquier material se realizan de acuerdo con las especificaciones establecidas en la norma internacional UNE-EN ISO 354. Esta norma establece la metodología de ensayo para obtener el coeficiente de absorción de un material, indicándonos en qué grado puede reducir la reverberación existente en el recinto donde vaya a instalarse.
Los ensayos de coeficiente de absorción de esta norma se realizan en cámaras reverberantes normalizadas. Estas cámaras son recintos cerrados con gran reverberación -tiempos de reverberación mayores a 10 segundos- en los que se mide primero el tiempo de reverberación de la sala vacía empleando un altavoz omnidireccional para emitir el ruido y, posteriormente, se realiza una medición del tiempo de reverberación con las cortinas instaladas en el interior de la sala. A partir de los resultados de ambas situaciones se obtiene el coeficiente de absorción de la cortina -el ruido que absorben las cortinas-.
Además, para asegurar que las mediciones son fidedignas, las cortinas ensayadas tienen que tener unas dimensiones comprendidas entre 10 y 12 m2.

¿Cómo interpreto los parámetros del catálogo?

1-Valores del coeficiente de absorción por frecuencias:

¿Qué es la frecuencia?
Si tomamos un instrumento musical, por ejemplo, una guitarra, al pulsar una de sus cuerdas, esta genera un sonido -una nota musical-. Para producir la nota musical, la cuerda pulsada vibra sobre su posición inicial. La frecuencia se mide en hercios (Hz) y se define como el número de veces por segundo que vibra la cuerda. De este modo, cuando se afina la guitarra, lo que se está haciendo es ajustar la tensión de la cuerda para que al pulsarse vibre a la frecuencia deseada. Por ejemplo, la nota LA se afina a 440Hz, de modo que cada vez que se pulse esa nota la cuerda que lo genera vibra a razón de 440 veces por segundo.

Como los sonidos se componen por frecuencias y el oído humano no percibe todas las frecuencias del mismo modo, la norma UNE-EN ISO 354 -y en general todas las normas relacionadas con acondicionamiento acústico- establece las frecuencias a las que deben de presentarse los resultados, por considerarlas las más representativas. Dichas frecuencias son 125, 250, 500, 1000, 2000 y 4000Hz. Para cada una de estas frecuencias se ofrece el valor promediado del coeficiente de absorción obtenido a partir del promediado de las frecuencias adyacentes a ellas. En la frecuencia de 4000Hz, por ejemplo, la cortina acústica ensayada presenta un coeficiente de absorción de 0.76. Esto quiere decir que para todas las ondas sonoras que tengan una frecuencia de 4000Hz, la cortina acústica absorberá el 76% de ellas.

2-Valores del coeficiente de absorción global:

La segunda tabla indica diferentes parámetros del coeficiente de absorción en global. Es decir, el coeficiente de absorción de dichos parámetros se obtiene a partir de un promediado del coeficiente de absorción de varias frecuencias. Las diferencias de los resultados de estos parámetros se deben a las frecuencias elegidas para realizar el promediado:

El parámetro no se indica puesto que no se obtiene a partir de un promediado, sino a partir de comparar los valores obtenidos con respecto a unos valores de referencia. Los cálculos son demasiado complejos para indicarse en este catálogo. No obstante, los resultados suelen ser parecidos a los del parámetro αw. Estos dos parámetros son los más utilizados en acústica de salas por considerarse los más representativos.

¿Qué significan los parámetros de aislamiento acústico del catálogo?

En las características técnicas de nuestras cortinas podemos encontrar la siguiente información:

Tanto la gráfica de la izquierda como las tablas aportan información del nivel de aislamiento acústico de la cortina.

¿Qué es el aislamiento acústico?

Con independencia de si vives en una gran ciudad o en un pueblo, en una vivienda unifamiliar o en un edificio de viviendas, es muy probable que hayas tenido en tu domicilio problemas de ruido generado en el exterior como el que se describe en las siguientes situaciones:

– Ruido producido por el andar de los vecinos -niños corriendo, tacones, etc.-
– Ruido de la cisterna de los vecinos.
– Ruido del local ubicado en el bajo comercial del edificio -bares, pubs, cafeterías, etc.-.
– Ruido de la terraza de un bar.
– Ruido proveniente de un equipo de aire acondicionado de otra vivienda.
– Ruido proveniente del tráfico.
– Ruido proveniente de la puerta mecánica de un garaje.
– Ruido proveniente del ascensor del edificio.
– Ruido de la televisión del vecino.

Estos problemas no son exclusivos de las viviendas particulares, también se suceden en otros ambientes que frecuentamos habitualmente como por ejemplo el lugar de trabajo.
El aislamiento acústico puede definirse como el conjunto de soluciones acústicas que se emplean en recintos que tienen problemas como los anteriormente descritos. Dichas soluciones abarcan desde elementos constructivos -paredes y suelos realizados con aislantes acústicos-, a otros elementos técnicos como las cortinas acústicas y su objetivo es impedir que el ruido proveniente del exterior se filtre en una estancia.

¿Cómo se mide el aislamiento acústico?

Para medir el aislamiento acústico de un material -como por ejemplo las cortinas acústicas o los materiales de construcción- se emplea el índice de reducción acústica (R). Dicho índice se puede definir cómo la diferencia existente entre el nivel de presión sonora que existe en el recinto respecto al exterior. Es decir, el nivel de ruido que puede reducir el material, expresado en decibelios.

¿Para qué sirve el índice de reducción acústica?

El índice de reducción acústica nos sirve para obtener el nivel de aislamiento acústico que tiene un material. De este modo, conociendo este valor podremos calcular qué nivel de ruido será capaz de reducir un material al instalarlo y conocer de antemano si servirá para reducir el ruido proveniente del exterior.

¿Cómo se obtiene el índice de reducción acústica?

La única manera de obtener el índice de reducción acústica de un material es a partir de ensayos normalizados. Los ensayos para obtener el índice de reducción acústica de cualquier material se realizan de acuerdo con las especificaciones establecidas en la norma internacional UNE-EN ISO 10140-2. Esta norma establece la metodología de ensayo para obtener el índice de reducción acústica de un material, indicándonos en qué grado puede reducir el ruido proveniente del exterior del recinto donde vaya a instalarse.

Los ensayos de índice de reducción acústica de esta norma se realizan en cámaras de transmisión normalizadas. Estas cámaras están compuestas por dos recintos colindantes separados únicamente por una superficie de partición donde se coloca la muestra a ensayar. Para la realización del ensayo, se emite ruido en un altavoz omnidireccional en uno de los recintos (recinto emisor) y se realizan mediciones del ruido que llega al otro recinto (receptor). A partir de la diferencia entre el ruido existente en emisión y el recibido en recepción se obtiene el nivel de ruido que es capaz de reducir el material a ensayo.

¿Cómo interpreto los parámetros del catálogo?

En el catálogo tenemos dos tablas:

1-Valor del índice de reducción acústico por frecuencias R:
¿Qué es la frecuencia?
Si tomamos un instrumento musical, por ejemplo, una guitarra, al pulsar una de sus cuerdas, esta genera un sonido -una nota musical-. Para producir la nota musical, la cuerda pulsada vibra sobre su posición inicial. La frecuencia se mide en hercios (Hz) y se define como el número de veces por segundo que vibra la cuerda. De este modo, cuando se afina la guitarra, lo que se está haciendo es ajustar la tensión de la cuerda para que al pulsarse vibre a la frecuencia deseada. Por ejemplo, la nota LA se afina a 440Hz, de modo que cada vez que se pulse esa nota la cuerda que lo genera vibra a razón de 440 veces por segundo.

Como los sonidos se componen por frecuencias y el oído humano no percibe todas las frecuencias del mismo modo, la norma UNE-EN ISO 10140-2 -y en general todas las normas relacionadas con aislamiento acústico- establece las frecuencias a las que deben de presentarse los resultados, por considerarlas las más representativas. Dichas frecuencias son 100, 125, 160, 200, 250, 315, 400, 500, 630, 800, 1000, 1250, 1600, 2000, 2500, 3150Hz. Para cada una de estas frecuencias se ofrece el valor promediado del índice de reducción acústica obtenido a partir del promediado de las frecuencias adyacentes a ellas. En la frecuencia de 2500Hz, por ejemplo, la cortina acústica ensayada presenta un índice de aislamiento acústico de 19.6dB. Esto quiere decir que para todas las ondas sonoras que tengan una frecuencia de 4000Hz, la cortina acústica reducirá en 19,6dB la presión sonora generada por ellas.

2-Valor Global Rw
Es el valor global en decibelios obtenido a partir de los valores del índice de reducción acústica por frecuencias explicado en el apartado anterior.

¿Qué es un decibelio (dB)?

El decibelio es una unidad de medida ampliamente utilizada en telecomunicaciones para expresar cantidades de otras unidades en escala logarítmica. Por ello, la palabra decibelio puede hacer referencia a varios conceptos. En el campo de la acústica, los decibelios se utilizan tanto para medir presión sonora como potencia sonora.

Para comprender mejor que son los decibelios veamos el siguiente ejemplo:
El sonido se puede definir de manera general como el fenómeno físico que se produce cuando un cuerpo emisor vibra en un medio. Cuando hablamos, por ejemplo, se produce una vibración en nuestras cuerdas vocales, generándose una onda sonora.

Al estar nuestras cuerdas vocales en contacto con el aire -el medio-, la onda generada crea variaciones de presión en éste, haciendo que las partículas que lo forman entren en vibración. Así, las partículas del aire oscilan alrededor de su posición normal, transmiten la vibración a sus partículas vecinas y posteriormente vuelven a su posición inicial. De este modo la onda sonora se propaga a través de las partículas de aire a una velocidad que depende de la densidad y elasticidad del medio -aproximadamente 340m/s en el aire-.

Cuando la onda llega al receptor, entra por el oído e impacta con la membrana del tímpano. El impacto de la onda es recibido en forma de estímulo nervioso que el cerebro decodifica como sonido.

Las molestias que estas ondas sonoras nos producen se equiparan con la presión que ejercen sobre la membrana de nuestros oídos y se corresponden con lo que coloquialmente se conoce como el volumen al que se escuchan. El volumen, por tanto, se puede equiparar con la presión que las ondas sonoras ejercen en el medio.

Para normalizar y medir la presión sonora se utilizan los sonómetros, cuyo funcionamiento está inspirado en el propio del oído humano. Un sonómetro contiene un micrófono compuesto por una membrana que recibe la presión que las ondas sonoras realizan sobre su superficie al impactar en ella. A partir de un transductor, se obtiene el valor de dicha presión ejercida.
La presión sonora se mide en Pascales (P), en honor a Pascal. No obstante, en la práctica, la medición en Pascales se pasa a escala logarítmica para normalizar su valor y pasa a denominarse nivel de presión sonora, midiéndose en decibelios.

Para normalizar el valor en decibelios, se emplea la siguiente fórmula:

Lp = 20xlog (P / Pref)

Donde L
p es el nivel de presión sonora, es decir, el valor de la presión medida en decibelios.
P es la presión que realiza la onda sonora.
Pref es el valor de referencia mediante el cual se normaliza la presión sonora medida. Tiene un valor constante de 2×10-5P.

Observando la expresión vemos que contiene unidades de presión tanto en el numerador como en el denominador, siendo el resultado adimensional. Por ello el resultado únicamente se expresa en dB (decibelios) y no en decibelios Pascal (dBP). En otros campos de las telecomunicaciones si se emplean unidades de medida como los dBW, al no ser obtenidas a partir de expresiones adimensionales.

Por qué se realiza esta normalización atiende a una sencilla razón: al ser el decibelio únicamente una unidad de medida que depende de otra (en este caso la presión sonora), se podía establecer un valor para tenerlo como referencia.

Esto se comprende mejor si se ve matemáticamente: si tomamos una onda sonora que realiza una presión en la membrana de nuestros oídos -o sobre la membrana de un altavoz- de 2×1
0-5P, aplicando la fórmula y las propiedades de los logaritmos, obtendremos el valor de 0 decibelios.

De este modo, el valor de 2×10-5P pasa a ser el valor de referencia en la nueva escala de decibelios. Si tomamos cualquier valor inferior, el resultado será negativo. Y si hacemos lo mismo con cualquier valor superior, los resultados serán positivos.

Se emplea como referencia el valor de2x10-5P porque corresponde con el umbral de audición humana.

Es decir, sonidos que ejerzan sobre las membranas de nuestros oídos presiones inferiores a este valor no las perciben nuestros oídos -dicho coloquialmente: mínimo volumen que podemos oír-.
De este modo, al pasarlo a decibelios, los valores obtenidos mayores a 0 corresponderán con las presiones que son perceptibles por el oído humano. Como se ha comentado anteriormente, los sonómetros se han realizado inspirándose en el oído humano. Por ello, los circuitos electrónicos de los sonómetros tampoco registran presiones inferiores a la presión de referencia, por lo que en la práctica los valores en dB serán siempre superiores a 0dB y, por tanto, cualquier valor en dB será siempre un valor perceptible por el oído humano.

El nivel de presión sonora que representa el umbral del dolor está aproximadamente entre los 135 y 140 dB.

¿Porque se utilizan los dB?

Se utilizan los dB por dos grandes razones. La primera es que, como se ha explicado en detalle en el apartado anterior, permite normalizar los valores de presión de modo que únicamente tenemos valores de presiones que podemos percibir. Además, la escala logarítmica facilita su asimilación de manera más intuitiva. Por ejemplo: Si tomamos el valor del umbral mínimo -el ya mencionado 2×10-5P, correspondiente a 0dB- y situamos el máximo en torno a 140dB, cuya presión está alrededor de 200P, tendremos que hay un rango demasiado elevado de números de presión en Pascales. Es decir, el rango de valores de presión en Pascales es inabarcable, haciendo que sea poco intuitivo. Otro ejemplo:
sí tenemos una onda sonora que realiza una presión de 2×10-3P intuitivamente nos será más complicado establecer si es un valor grande o pequeño que si lo comparamos a su valor en dB que son 60dB.

La segunda razón por la cual se utilizan los dB, está relacionada con la percepción humana. Nuestro sistema auditivo no responde de manera lineal a los estímulos sonoros. Cuando nuestro oído oye un tono puro de una determinada presión sonora, si esta presión se dobla, la percepción subjetiva no interpreta que la sonoridad se ha doblado, sino que percibe subjetivamente un aumento de menor grado. De este modo, la percepción del oído se emparenta mejor con los valores de la escala logarítmica.